Director:
Tony Randel
Estados
Unidos, año 1992; duración, 91 minutos.
Reparto:
Stephen Macht, Shawn Weatherly, Megan Ward, Damon Martin, Dean Cochran, Terrie
Snell, Nita Talbot, Jonathan Penner.
Sinopsis:
El
neoyorquino Jacob Serling (Stephen Macht) compra un viejo reloj considerando
que es una extraña antigüedad única. Con el regresa a Nueva York desencadenado una
serie de sucesos paranormales que ponen en riesgo a él y a su familia.
Cuando
descubre que el reloj perteneció a la casa maldita de Amityville, se verá
obligado a combatir los demonios que se almacenan en la energía del reloj antes
de que sea demasiado tarde.
Sexta
entrega de la saga Amityville. La manía de alargar innecesariamente historias
de terror que al principio fueron aceptables (ahí están, como ejemplo, las
sagas de “Viernes 13”, “Pesadilla en Elm Street” o “ Halloween”)
dan como resultado una serie de films mediocres y totalmente prescindibles.
Este es uno de ellos.
El filón
de Amityville ya se había agotado, pero Tony Randel reincide. El resultado es
un film de terror soso, ligero e intranscendente, con una estética y un estilo
bastante pobre. El guion no hay por donde cogerlo, al igual que las
actuaciones.
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