Director:
Roberto Rossellini
Italia,
año 1952; duración: 113 minutos
Reparto:
Ingrid Bergman, Alexander Knox, Teresa Pellati, Ettore Giannini, Giuletta
Masina, Sandro Franchina, Giancarlo Vigorelli, Marcella Rovena.
Sinopsis:
Irene y George Girard son un
matrimonio de burgueses que disfrutan en Roma de una vida cómoda y
despreocupada. Un día su hijo de 13 años se suicida.
El sentimiento de culpabilidad de la
madre hace que se involucre en los problemas que sufre la gente de su
alrededor. Así, decide ayudar a personas necesitadas en los barrios más humildes
de su ciudad, incluso a un delincuente, lo que la pondrá bajo sospecha de la
policía.
Este drástico cambio en la actitud de Irene hará que su marido primero empiece a sospechar infidelidades y más tarde dude de su cordura.
Este drástico cambio en la actitud de Irene hará que su marido primero empiece a sospechar infidelidades y más tarde dude de su cordura.
Forma parte de la llamada Trilogía de la soledad o Trilogía de Ingrid, junto con Stromboli y Viaggio in Italia. Director y actriz estaban casados por esa época.
Se divorciaron en 1957.
Aquí la Bergman hace una de sus
formidables interpretaciones y la dirección de Rosellini es impecable.
Una analogía como curiosidad: la
terrible Alemania, año cero (1948) del
mismo Rosellini, una de las mejores y más crudas obras sobre la Europa
destruida de la postguerra, acababa con el suicidio del niño protagonista. Europa ’51, situada en la Europa
recuperada y burguesa, empieza con el suicidio del enfermizo e inestable hijo
de los protagonistas.
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